Los autores Loh y Venkatraman (1992), quienes consideran el Outsourcing como suministro de recursos físicos y/o humanos por parte de proveedores externos, asociados con la infraestructura de tecnología de la información (IT) de la empresa.
El outsourcing ha evolucionado con los años, y por ellos también sus formas y sus tendencias. En la actualidad unos de los principales motivos por los que la empresa externalizan los servicios es el ahorro en costes, según la investigación de Deloitte, probablemente por la situación pandémica provocada por el covid.
En el pasado existían otros objetivos por los que preocuparse como la calidad y o la calidad del servicio, el ahorro de coste era algo adicional, por eso cada vez es más fácil encontrar micro-outsourcing, como por ejemplo nuestros servicios Neowork para pymes y micropymes.
En este entorno cada vez más cambiante las tecnologías de gestión tiene unas tendencias claras, debe ser más digitalizado para las necesidades de IT, más flexible tanto en tamaño como en contratos, y crear un ecosistema que unifique las diversas funciones de la empresa.
La agilidad pesa a ser ahora mismo el segundo objetivo, es primordial puesto que en la situación actual de pandemia y restricciones, la soluciones inteligentes para la gestión tanto de clientes, personal, inventario y mantenimiento, debe ser lo más rápida posible e informatizada por ello, para que la comunicación de ecosistema de gestión debe estar bien comunicado con servicios en la nube que genere, almacene y gestione la información.
Es aquí donde el outsourcing tecnológico funciona como una maquinaria de reloj suizo para ofrecer la mayor eficiencia posible, desarrollar esta tecnología no es fácil de desarrollar por una pyme, por eso la externalización para los servicios IT es una herramienta clave.
El outsourcing tecnológico no es una tendencia, es una necesidad para el desarrollo empresarial en todos los campos.
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